Bateauivre

Blog personal

Wednesday, August 23, 2006

(continuación del Ejercicio de la Memoria: mi Memoria) Mutando a Pollo y con Gripe Aviar.



Recuerdo 4:
Mientras mis compañeras escuchaban Loco Mía, Lucerito o Luis Miguel en su etapa pre púber... Yo bailaba al son de The Smiths, me deprimía con Jesus And Mary Chain y anhelaba ser como Sioux de The Siouxie and the Banshees. Al parecer la influencia de mi hermano, un chico old wave, parecido a Robert Smith y que la llevaba en El Troley y Matuca, me tenía obnubilada. Y está demás decir, que uno de esos especímenes, tildados de chicos dark, fue mi segundo amor platónico y por ahí también el querer pertencer al clan. Bueno, continuando con el relato... Un día cualquiera de vacaciones sentí la necesidad de cortarme el pelo. Faltaban días para volver a clases del 5° básico B. Acompañada por mi madre, que sentada más atrás en la peluquería observaba como gesticulaba y daba instrucciones de mi nuevo look. Ella veía como mi mano pasaba alrededor de mi oreja, luego la otra y finalmente una suerte de chisporroteo gesticulaba sobre mi sien. Lo que mi madre no sabía era que cada gesto respondía a una instrucción precisa. A este costado me rapa al cero, a este otro costado también y aquí arriba me deja corto, pero el pelo parado onda punk.
¿Qué habría estado pensando a esas alturas de mi vida? Soy rebelde porque el mundo así, con este corte si que me pesca el amigo de mi hermano, me van a felicitar en el colegio, mi mamá estará orgullosa de tener una hija rupturista. Fatal!!!!!!!!!!!! Mi mamá me dijo con tono seco y chillón "la cabeza es tuya, que te dio por hacerte esto, en vez de arreglarte, cuál es la idea de afearse". El amigo de mi hermano no me miró ni más ni menos de lo poco y nada que me miraba, menos cuando esta suerte de podamiento empezó a crecer. Y el colegio ni hablar!!!!!! La madre Gregoria entró a la sala y cuando me vio pusó el grito en el cielo, literalmente en el cielo, me expulsó de la clase y me mandó suspendida hasta que me creciera el pelo como a una niña bien. De más está decir que fui el hazmerreír de mis compañeras. La Paulina Díaz, encargada de hacer tambalear el autoestima de nosotras, no olvidó aquella hazaña hasta el último día de mi paso por El Corazón de María. De hecho, el sábado pasado contaba mi desvarío en una reunión con nuevos amigos, que de paso, no tenían porque enterarse de manera tan cruel, sobre mi pasado punkie.
Moraleja: Mi experiencia como punkie fue casi tan frustrada como mi arma de conquista. Desde chiquitita con la estrategia equivocada... Por lo menos sigo bailando al son de Morrisey, continúo soltera y sin darle el palo al gato y con estrategias aún más patéticas, sino pregúntenle a los escasos testigos por "el montoncito"...

Tuesday, August 22, 2006

(continuación del Ejercicio de la Memoria: mi Memoria) Mutando a Pollo

Recuerdo número 2:
- Todavía recuerdo cuando mi pololo ponía música en fiestas y yo lo acompañaba. Cómo olvidar esa fiesta en casa de Pauli, en que estábamos enojados y nos reconciliamos en el medidor del antejardín... Esa era la época del Shelo, jajajaja.

Recuerdo número 3:
- No sé porque mis papás se enojaron conmigo . Tengo la imagen de los dos muy enojados y yo muy triste por el reto. Me da la sensación que fue el primer gran reto de mi existencia. Debo haber tenido 5 años o menos. La cosa es que estaba tan deprimida que decidí que lo mejor era morir. Sí, quise suicidarme a los 5 años. Corrí por el pasillo hasta el baño y me encerré, me miré al espejo subida en la taza del w.c y pensé en cuál sería la mejor y más rápida forma de matarme. No sé en qué estaba pensando, pero decidí lavarme el pelo con jabón... Esa sería la manera de pasar a mejor vida. Todo acompañado de mucho llanto y sufrimiento por dejar este mundo terrenal. En medio de mi dolor, mis papás golpeaban la puerta. Después de muchos ires y diretes, creo que ellos lograron abrir y cuando comuniqué que me había suicidado, lavándome el pelo con jabón... mi mamá se largó a reír y me abrazó tiernamente. Mi papá, no sé, no me acuerdo, debe haber estado detrás de mi madre. La cuestión es que yo... desde chiquitita que quería puro mátame!!!!

Monday, August 21, 2006

Un Ejercicio de la Memoria: Mi Memoria… (Memorias de una rana arbórea, mutando a pollo)

El tema de la memoria es algo que no puedo abandonar. Ya una vez lo abordé desde el ámbito social y pude constatar que el ejercicio de la memoria ha sufrido una serie de trastornos que han sido más que prácticas, manipulaciones de tipo políticas para llegar al anhelado tema de los consensos. Donde la historia ha sido aniquilada en post del desarrollo y el tema de la identidad y del quiénes somos, producto de esa historia, ya no constituye una narrativa válida.
Sin embargo, hoy, me quiero referir al ejercicio de mi memoria, la que he parcelado temáticamente durante toda mi vida, aniquilada por el miedo de enfrentarme, precisamente, a mis miedos.
Cómo partir. ¿Hay un método? Creo que no, pero sí me atrevo a sugerir que si de algo se nutre la memoria es de lo recuerdos. Y la pregunta por el recuerdo concierne al nexo entre memoria, imagen y trizaduras. El recuerdo, claramente necesita inscribirse, grabarse y constituir una relación viva o latente entre acontecimientos, emociones y marcas que de una u otra manera liberen efectos de sentido. Y es justo en este punto, cuando le añadimos el sentido exacto a los cosas, cuando nuestra memoria se convierte en nuestro verdugo.
Y qué sentido tendría recordar, cuál sería el fin último de trasladar esas imágenes, acontecimientos y por sobre todo, las trizaduras de una vida ya vivida. Simple, saber quién soy, saber por qué la vida duele, por qué la fragilidad es la bandera de lucha, por qué los fantasmas del pasado son fantasmas y no ángeles, porque amar sin concretar, por qué avanzar sin retroceder más del recorrido, por qué aferrarse a los amigos, por qué llorar y reír, por qué la importancia de lo insignificante. Son miles de inquietudes, pero pocas las respuestas. Necesitamos construir nuestra historia porque la memoria no es otra cosa que un proceso abierto de reinterpretación del pasado, que deshace y rehace sus modos para que nuevas comprensiones de lo ocurrido nos abran el camino a la felicidad. Y es ese el punto clave, las reinterpretaciones de acontecimientos e imágenes que hacemos constituyen el primer paso para superar nuestros miedos.
Las huellas del pasado sufren hoy reiteradas operaciones de borradura producto de que a medida que crecemos vamos, inconsciente o conscientemente, reciclando o eliminado lo que no nos sirve para evolucionar o involucionar. Pero desde hoy lo importante es volcarnos a los recuerdos agradables y los desagradables tratarlos como si fuesen simples flujos de información.
Recuerdo número 1:
- Me acuerdo de la vez que votaron mis chupetes, nótese, mis chupetes, por la ventana del auto y los tiraron al viaducto del Malleco. Íbamos camino a Lican – Ray y sí, la verdad es que usé chupete hasta muy avanzada edad (no delataré los años que tenía) pero mi tío emputecido por mi práctica de meterme uno a la boca y otra en la nariz, para luego cambiarlos, decidió que era hora de crecer. Lloré mucho y aún tengo grabado el color del cielo, teñido con mis lágrimas y la pena de perder a mis chupetes. Ahora entiendo por qué me cuesta tanto quedarme dormida, me arrebataron el mejor sistema de relajación.
Continuará… Contribuye con tu recuerdo…