Bateauivre

Blog personal

Saturday, July 22, 2006

Plaza Echaurren

La niña prendida del delantal de la madre y en el tinte morado de su pómulo
una sonrisa.
Los hedores de una música enrojecida, taciturna, delirante en su silencio.
La gratuidad de una mirada y lo lastimero de su servil trato.
Sobre el pavimento pringoso una pareja, atiborrados en su borrachera, en su mugriento vestir,
En la indiferencia de la ciudad el paso torpe de un tropel de insignificancias.
Unas copas y el olvido... y esa sonrisa sigue tocando el borde de su boca, dibujando margaritas de tinte amoratado.
En el umbral de la puerta algo parecido a una mujer.
Mil sombras son esquinas flirteando los piropos malintencionados
Mil hombres, mil cosas, hedores de una música enrojecida, taciturna, delirante en el silencio...

Miles

Caminas con paso en falso y pie forzado
Radicas en lo dicho y te exilias siendo niño
Manojo de pequeñeces enaltecidas en razón
Boca muerta en fugaz de ojos claros
Caminas cerro abajo, un proscenio de putas coronan tu memoria
Corre, grita, huye, flagélate, exíliate, llora,
se un niño y vuelve a nacer mil veces
Las reses se levantarán por ti en un lugar perdido de la niebla
ella seguirá dormida y a paso descalzo perderá la cabeza
y como polvo seco se acallará la noche, el mariposeo zigzagueante
de tus pasos, el ruedo firme de su mano y el aguardiente en domingo.