Al sentirse incomprendido: de la filosofía a la palabra

Se dice que los hombres comenzaron a filosofar movidos por la admiración y, claro, siguen haciéndolo. La admiración filosófica parte por el asombro ante los fenómenos y los acontecimientos inexplicables. Al parecer el arte de filosofar, bajo esta premisa, ha sido mi arte estos últimos meses porque realmente hay ciertos eventos de la condición humana que no logró comprender.Pero bueno, esa es otra fase la filosofía. Estamos en los fenómenos de la naturaleza, de los dioses, del mito. Cuál es la brecha que divide este ámbito del pensamiento con el que conocemos hoy en día por filosofía. Simple, el lenguaje narrativo de la historia de dioses y héroes pasa a constitutir un lenguaje argumentativo. En vez de explicar el mundo se intenta dominarlo a través de la razón. Por qué el hombre buscar empoderarse de aquello que no le pertenece y reducirlo y dominarlo. Es tan simplista la esencia humana para no coexistir con los fenómenos sin necesidad de reducirlos a su menester. Bueno, siguiendo con el cuento. Se dice que en sentido estricto la filosofía es es el descubrimiento de la argumentación. Y es ahí, saltándonos varios períodos que llegamos a los sofistas, quienes basados en su escepticismo abandonan la idea de convencer argumentando, sino que ahora inetentan persuadir mediante artes retóricas. . Los sofistas eran verdaderos estrategas de las palabras, capaces de adoptar la posición más débil y convertirla en la más fuerte, hacer de una misma frase una verdad absoluta y al segundo la mentira más grande. Creo que con estos mejor no meterse, son peligroso, dañinos y encantadores, estafadores del siglo actual. Pero hay otros más peligrosos aún, aquellos que practican la erística, arte que sólo persigue el objetivo de vencer en la discusión , sin proponer la búsqueda de la verdad. Ufff, qué miedo.En fin creo que, a pesar de mi amor por la filosofía, me quedo con el carácter poético de la palabra, la sencilla y emotiva capacidad de emocionarnos. Me quedo con la palabra y su carácter fundacional, gratamente generoso y gratuito. Eso, me quedo con la gratuidad de los versos de Teillier, la prosa de Couve y sus imágenes hecha palabra, la incomensurable exquisites de Marai, Flaubert, Rimbaud, Carter, Kundera, Hörderling, Mishima, Houelbecq, Poe, Kerouac, Miller y tantos otros.
Sólo la palabra nos hace ser, el ser a través de la palabra se hace realidad. El ser a través del lenguaje se constituye como tal en su emotividda, racionalidad y en su condición infinita de ser pensante.
El ser gracias a la palabra puede en un silencio decir lo que su mente en un lenguaje no decifrado quiso expresar sin ser comprendido. El metalenguaje y la palabra unidos en la emoción.