Bateauivre

Blog personal

Tuesday, July 24, 2007

Feliz Cumpleaños!!!


Hace frío, mucho frío. Estas tardes están ideales para vegetar, quedarse encerrado en la casa y no hacer nada. Me imagino que a ti te gustaría salir a caminar, bufanda al cuello, abriéndote paso por entre la multitud con una canción que amerite bajar el disco completo de una.
Te imagino sentado en mi sofá pierna cruzada, tomando un vinito, observándome, escuchando cada pasaje de mi historia, moviendo la cabeza de un lado al otro. Al finalizar mi relato te escucho decir: ¿Quieres que te diga lo que pienso? Y vuelvo al ruedo, resumiendo cada una de tus apreciaciones. Sé lo que dirías ahora y lo que hubieses dicho. Escucho tu risa, mirándome burlescamente y diciendo (con ese tono característico): ¡Pero Marlene! Y no con el afán de reírte, sino de hacer entender que no hay por dónde!!!!
Sabes, me encantaría tener esa conversación y miles de conversaciones que vendrán. Contarte que me enamoré, que sufro o que voy a tener un hijo o me iré lejos para empezar de cero. Quién sabe, algún día. Quiero contarte que ahora me duele la guata, que tuve bronquitis, que me engañaron y perdoné, que pasé por una depresión que aún llevo a cuestas, que la soledad me ahoga, que me compré un auto, que quiero que me amen sólo a mí, que hoy pocas cosas me motivan, que ya no tomo ron, me pateó, que odio trabajar para vivir y que probablemente, muchos de aquellos proyetos que compartimos quedaron en el olvido.
En todo caso, sigo siendo pastel, aunque las noches de madelaine ya son parte del pasado.
Sociate, feliz cumpleaños. Estás aquí, en el aire que respiro y en el recuerdo de tu sonrisa.

Cuando mi corazón hace ting tu teléfono hace ring

No me digas que ya lo sabías. Es cierto, en el mundo de lo inconexo tú eres mi cable a tierra, en el ámbito de la desolación tú eres mi consuelo y en las mil alegrías que hemos pasado, tú eres un abrazo.
Acabo de llamarte, sólo para escuchar una voz dulce y amable, un saludo que siempre empieza con un "linda cómo estás" y termina con un "te quiero mucho". Qué más puedo pedir, si estás tú para dármelo.
Ahora el día que era gris tiene tonos violáceos, sólo por una par de palabras dulces, sólo por un te quiero echado al viento.