Recuperar la Confianza

Cuando uno quiere romper con todo, se lanza, casi kamikaze, a la realización de tan visceral tarea. Conforme, liberada y convencida, te sientas a fumar el último cigarro de la incertidumbre. Has cumplido, has sido consecuente con eso que te estaba molestando, ese pequeño ruido que no te dejaba avanzar. A medida que el curso de los días comienzan a tomar forma habitual, esa convicción, empieza a no encontrar engranaje con la realidad. Y es que, la realidad supera a cualquier paradigma, comportamiento, noción de futuro, anhelo de vida. Es ella quien, finalamente, decide hacia dónde y por dónde la encrucijada naturaleza humana tiene su origen. Pues bien, con la realidad a cuestas y asumiendo las consecuencias de nuestros actos no nos queda más remedio que... recuperar la confianza de que soy, siento, me equivoco y que por más que quiera ganarle a la vida, la cotinianidad nos supera, perdón, me supera.